Y parece mentira que ya sea Navidad.

La verdad es que no me puedo creer que sea Navidad, no. Siempre pensé que cuando llegara ese día, me despertaría, bajaría a desayunar con mi familia mientras estamos todos viendo los dibujos animados, que tanta gracia nos hace y nos trae recuerdos. Luego, al acabar, mi madre se levantaría, y empezaría a recoger los platos, los envoltorios de plástico de los bollos y los caramelos, los vasos con leche aún si terminar...Después volvería y se sentaría otra vez, quitadome el mando para poner las noticias, y ahí estaba yo quejandome de que no cambie de canal, con que al final seguíamos viendo los dibujos animados hasta la hora de comer. Ella pondría la mesa, y yo ahí estaría ayudándola, mientras comeríamos, habría un tema de conversación en el que todos decian algo menos yo, que estaría tan feliz que no queria estropear el momento, como hago siempre que abro la boca. Al acabar, cada uno iría a hacer sus cosas, yo sería la única que me seguiría viendo los dibujos animados, esos de Navidad, que por más ridículos que nos parecen seguimos sin cambiar de canal...Después mi madre me diría que va a llamar a su hermana, y que luego me tendría que poner a hablar con ella, y luego con los abuelos, que no siempre pueden pasar las navidades con nosotros, pero una llamada nunca esta demás. Y el día se acabaría después de cenar, en la cama, todos, apenas sin caber en el sofá-cama, mientras pondríamos alguna película navideña. Sí, nada de esto a pasado, por eso aún sigo sin creer que es Navidad.